sábado, 17 de setembro de 2011

"No Habrá Paz Para Los Malvados"


"Não Haverá Paz Para os Malvados", em tradução livre, dirigido pelo espanhol Enrique Urbizu, começou com aplausos unânimes da crítica e do público em San Sebastian. O jornal El País, principal diário da Espanha, fez festa. 

"No Habrá..." é um thriller policial, estrelado pelo ator José Coronado, no papel do inspetor Santos Trinidad, que envolve-se num triplo assassinato. Sem testemunhas para a sua inocência acaba se complicando. As investigações iniciais de tráfico de drogas acabam se mostrando mais complexas e perigosas, segundo a sinopse oficial do Festival.

Veja o que diz o jornal:

Enrique Urbuzi, um madrilenho nascido em 1962, é considerado um dos diretores que melhor retratam a vida contemporânea dos espanhóis, sem concessões. Veja o que diz o El País:

Dentro de un tiempo, cuando alguien quiera saber cómo fue España en los años noventa y en este siglo XXI, debería ver la filmografía de Enrique Urbizu. Sin ser un director social, más aún, siendo un maestro del thriller, Urbizu bebe del aquí y del ahora: ETA, los GAL, la corrupción inmobiliaria, la inmigración, vida en los barrios, los policías, los bares, la gente... 

Toda España cabe en el trabajo de este bilbaíno de 1962, que añade ahora su visión de los atentados perpetrados por el islamismo radical en España. "No habrá paz para los malvados no habla del 11-M, pero ahí están los trenes de cercanías, la calle Tribulete, la casa de Morata de Tajuña, incluso el equipo de fútbol", concede el realizador, que ha recibido un aplauso unánime de crítica y público.

En realidad, el protagonista no es un terrorista magrebí o un astuto detective, sino Santos Trinidad, un policía al que hace ya tiempo dejó de importarle el mundo, incluso de importarle su propia vida: 

"Es un tipo que por salvar su culo acabará por salvar a todos", accede Coronado (Madrid, 1957). Los dos, actor y director, charlan mientras comen un plato de jamón y fuman. Aprovechan la conversación para relajar un poco la promoción en su sábado de gloria.

Continua El País


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