Roma declara la guerra a Venecia
Marco Müller, nuevo director del Festival de cine de la capital italiana, quiere arrebatar el protagonismo al certamen de la ciudad de los canales
Toni García, do El País
Marco Müller/foto Tizziana Fabi/AFP |
El viernes pasado arrancaba en Roma la 7ª edición del Festival de Cine de Roma. El certamen, que apenas ha entrado en la adolescencia, ha levantado muchísima expectación especialmente por su nuevo timonel, el siempre polémico Marco Müller que hace apenas un año dejaba de pilotar La Mostra de Venecia para coger las riendas del evento romano. Su llegada al festival de la capital de Italia no se produjo sin ruido y el lío alcanzó a las altas esferas políticas, hecho que fue —ampliamente— documentado por la prensa italiana.
Pero ahora, pasados los baches del camino, Müller encara otro reto mayúsculo: conseguir que el certamen se convierta en el referente italiano para los cinéfilos de todo el mundo aunque para ello haya que luchar a brazo partido con Venecia.
De momento las noticias no son del todo buenas: aunque en esta edición se ha producido un notable aumento en el número de acreditados el propio Müller reconocía que se había producido un descenso del 15% de las entradas vendidas por adelantado (obviamente habrá que esperar al sábado 17, día en que concluye el certamen, para saber los números definitivos). Sin embargo, el director del festival de Roma es optimista respecto al impacto que tendrá esta edición de su nueva criatura en el inquieto mundo del séptimo arte.
Lo que si lleva días ocupando las páginas culturales de la prensa italiana es la trifulca entre Müller y Gianni Amelio, director del festival de Torino. El encaje del certamen romano fue primero motivo de encendida discusión donde Amelio acabó acusando a Müller de utilizar métodos dictatoriales.
Continua El País
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